Rebelde sin casa.

Publicado en por olindricorelatos

 

Ya ves, hoy no he podido saludar la mañana con la sempiterna papilla de cereales, porque hoy no había cuenco donde mezclar la molienda de trigo con los deliciosos calostros de la vaca de tia Kaelica. Los cucharones de palo que otrora me hiciera mi querido padre están ya viejos y podridos, astillados en la punta, cada vez que intento rescatarlos del destierro termino con la lengua como si me hubiera tragado un puerco-espín.

Madre ya no pregunta por mi, y yo, que cada vez estoy un poco más moreno, voy acercando la yacija al ventanuco de atrás. Un día, cuando ya no sea importante, mirarán hacia atrás notando la ausencia de algún enser, de algún apero de los de padre, de laborar el campo. Se preguntarán por unos instantes qué sería lo que había en esa rinconada.... Pero yo ya no seré importante, mi espíritu estará presente en sus pensamientos no conocidos, en su subconsciente, pero mi alma y mi cuerpo residirán sobre tus pétalos, seré uno contigo, amada mía, y juntos veremos cruzar muchas lunas en el cielo, sin techumbres que nos nieguen la vista de las estrellas, descalzos sobre la hierba fresca. Nuestros retoños medrarán al cobijo del sol y orgullosos alzaremos los brazos en pos del viento. Yacer en tu lecho y beber de tu savia es cuanto anhelo.

 

 

 

 

2011071550desahucio498

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